martes, 27 de junio de 2017











Todo lo que te llevaste...
[Mi voz llamándote
y el olor de tu pelo]

Todo lo que te llevaste

aquel día. Resultó maldito
y todos los días que lo recuerdan.


Todo lo que te llevaste
más allá de tu intención.
¿Cómo ibas a saber todo lo que te llevarías?

Dolor agudo. 
Grito callado.

Se paró el latido de la certeza.
Nada, nadie. Solo pudimos dejar 
que te fueras y te lo llevarás todo.

Todo lo que te llevaste.

El dolor como telón de fondo.
El dolor acoplado, el dolor más presente.
La culpa y el dolor.




Para siempre anclada.



Todo lo que te llevaste. Ya

perdido
todo.



Todo lo que te llevaste...
Y eso que me dejaste el sol
y las estrellas.


Desaparecida y fantasma. 
Alma pura. 





Teo
27 junio 2017

jueves, 8 de junio de 2017











Mi padre murió un viernes,
mi madre un domingo 
y mi perra en lunes.


Cualquier día de la semana 
puede valer.
No hay dias preferidos 
para la muerte,
o mejor dicho, todos le vienen bien.

Creo recordar que fue un miércoles
cuando mi abuela murió
sobre las ocho de la tarde.
Las horas tampoco importan:
ni los días, ni las horas.

Lunes, martes, miércoles,
jueves, viernes,
sábado o domingo.
Un día de estos, en una hora ingrata,
perderemos la vida.


Me reconocerán que el hecho
por común no deja de ser inquietante.
Nada sabemos, creemos,
y ya es sabido que pasará.

Irse un domingo me parece
elegante. Día no laborable,
un poco antipático por la tarde, precediendo al lunes.
Además los domingos siempre desprenden ese olor
melancólico existencial muy acorde con el suceso.
En este caso, deceso.

Los martes siempre han tenido mala fama.
Por eso no es buen dia para morirse. Solo por llevar la contraria.
Aunque pasa. Ya digo que La Parca no es maniática.

Un sábado. Los sábados prometen siempre tanto...
Me cuesta morir en sábado.

¿Qué me queda? Ah, sí, el lunes. Los lunes viene bien morirse
porque siempre se nos hacen cuesta arriba. ¿Pero tanto como para morirse?
No sé yo. Pero el lunes tiene su aquel en cuanto al óbito.
Miércoles y jueves, un querer y no poder. Tan centrados en la semana.
Descolocados. Quizá por eso creo que me tocará uno de ellos. Como ni fú ni fá.
Pero encaja dentro de la jugada macabra.

El viernes me da que pensar.
Si me muero en viernes por la mañana
no me importa tanto. Pero conforme transcurra el día 
me incomodará. Los viernes santificados no son para morirse.
Sobre todo a partir de las 3 pm.

Ya sé lo que muchos vais a pensar:
no es un tema agradable,
no depende de la voluntad de uno ni de nadie.

Dejadme que prefiera un día para morir.
Por si cuela y va y me toca.
Ya verás cuando averigüen que según el día de la semana
en que te mueras así será tu futuro en el más allá.

Sí, reíos. Algún iluminado habrá que lo defienda 
y seguro tendrá quien lo crea. No hay tanta diferencia
con otras excéntricas teorías, algunas respetadas ya como credos.



Esto de morirse da mucho quebradero de cabeza.
Ahí lo dejo.





Teo
8 junio 2017