jueves, 20 de marzo de 2014

El amor bien hecho










Hoy he hecho el amor contigo.
Lo hemos hecho varias veces.
El amor bien hecho.

Lo hicimos por la mañana,
cuando rocé tu pelo con mi boca,
en la cama, casi amaneciendo,
la luz dispuesta a colarse 
a través de la persiana.
Tú te volviste con los ojos
aún cerrados
y buscaste mis labios...

Esta tarde hicimos el amor.
Volvías del trabajo
y me miraste:
no sé qué viste, pero me hiciste
creer que estaba en mí
lo que buscabas, 
lo que te hacía feliz.

Anochecía y volvimos al amor
(a hacerlo, me refiero).
En el cálido descanso
caímos en el éxtasis, en el clímax
de la piel que se toca:
de las manos cogidas en el sofá
del salón.


Hago el amor contigo,
consumo el acto a diario.
No una, ni dos, ni tres...
Porque el amor
nos hace un lío,
nos enreda fuerte
con su invisible hilo
de ternura, de deseo.
Cuerpos magnetizados
que se atraen. 
Admiración continua.
No hay momento que se resista. 

Y el amor se hace. 



Teo
20 Marzo 2014



domingo, 9 de marzo de 2014

¿Cómo estás?











¿Cómo estás?

Si alguna vez me hubieses contestado "feliz"
ahora no estaría escribiendo
estos versos que te preguntan
cómo estás.

Siento áspera la conciencia
y me araña la convicción de que 
la vida nunca nos va a dar tregua,
nunca te esperará, a ver si se te ocurre
reaccionar a tiempo. Nunca lo cree necesario.
Para ella solo cuenta que sigas respirando.
Para que pase el tiempo no hace falta que vivas.
Para que continúes tu infeliz locura
ella sigue de fábula
manteniéndose sin doblegar un segundo.

Ahora vuelvo a esperar
una respuesta. No. No espero.
Me gustaría pensar que cuando te pregunté
cómo estás, alguna vez, aunque no me lo dijiste,
fuiste feliz.
No es fácil para mí pensar en tu amargura:
todo estaba mal y nada podía cambiar ese estado.
Qué pintaba yo, un barco a la deriva lleno de abrazos, en ese agotado mar.



Teo
7 Marzo 2014






Poem for Ever












No aspiro a nada más que a mirar ese punto que tú 
observas con atención.

No aspiro a tener, a poseer, si no tienes en la 
mano tú eso que yo deseo.

No aspiro a nada más que a oír una palabra y ser 
consciente de que las letras bailan y cambian para 
formar otras nuevas. 

No ambiciono una mirada seca, los ojos tristes no 
están secos. Siempre llora el que menos lo merece.

No ambiciono la noche ni el día. Acaso la mañana a 
tu lado. Despertar y verte.

No ambiciono ver catálogos ya hechos. Mejor 
fabricarlos con mis manos y tus ganas. 

No quiero una vida llena de nada, si una vez 
muerta acaba todo. 

No quiero sentir un dolor antiguo y una pena 
nueva. Dolores y penas juntas siempre a raya.

No quiero nada que pueda alejarme de tus gestos, 
de tu saber. Porque tú sabes que te quiero.




Teo
5 Marzo 2014