Eso han decidido, parece, y yo misma
estoy de acuerdo.
No puedo decir que sea un día inesperado,
ya no.
Será mañana;
la hora exacta es imposible saberla.
Yo preferiría bien temprano pero
eso está todavía en blanco,
no han querido rellenarlo.
No dejo nada a medias,
mis cuentas saldadas,
todo en orden. Tal vez algún
detalle se me escapa [peccata minuta].
Nada importante si no lo he previsto antes.
No me imaginaba
tan conforme, tan adaptada
a este sino al que todos estamos abocados.
Puede que parezca pronto para algunos,
para otros, no; simplemente me toca ya.
Para mí, y eso es lo importante,
está bien que sea mañana,
no me incomoda
en absoluto. Mañana será el día.
He vivido dentro de unos límites,
impuestos o propios, pero he conseguido
llenar mi existencia: respirar tranquila y sentir
los besos dados y recibidos.
He amado y odiado
intensamente, aprovechando
en cada caso la embestida: filias y fobias
casi empatadas.
Todo cuanto he hecho, hecho está, sin culpa
recojo los escombros de ruinas pasadas.
Lo que dejé de hacer queda
imaginado y ya asumo el momento
en el que jamás tendré otra oportunidad.
Balance no voy a hacer,
no quiero tenerlo todo en cuenta;
solo me importa hoy, el día antes
de mañana. Si he llegado aquí,
todo cuadra.
Espero relajada estar
a la altura de las circunstancias.
No me gustaría pasar por alguien
que diciendo que sí,
luego es que no.
Teo
12 enero 2015