lunes, 10 de agosto de 2015







Hay muchos tipos de personas.
Están las que lo merecen todo
y nunca se satisfacen.

También tenemos gente corriente
que se deja llevar,
con una sonrisa estúpida.
No hablo de mala gente: 
son solo simples marionetas
en manos de otros, buenos y malos.
Peligrosos por eso.

Luego existen personas
imprescindibles para que todo funcione.
Vidas que se proyectan
para el buen cumplimiento
del sistema.
Son robots con cara color carne, 
muy efectivos, cumplidores y garantes.

Un tipo muy apreciado
es el que hace de su debilidad una debilidad
colectiva.
Empáticos lo miman, lo potencian, 
lo hunden en su ciénaga de incapacidad
para recordarse que ellos son más fuertes. 
Gente "fuerte" comparada con el que no puede compararse con ellos...
Ridículos.

No hay que olvidarse de esos
que parecen entregados a una causa
y sacrifican todo por ella. 
A veces llegan a ser felices. Otras no. 
Como todo el mundo.

Un grupo de gente que responde
con el corazón, que se la juega cada vez
que desea algo, 
poseen el mayor de mis respetos.
Convencidos y cargados de sentido
común se enfrentan al agorero, 
al canijo de mente, 
al gordo de poder. 
Son los que mas disfrutan de este viaje
porque no tienen asignado un día de regreso. 
Van con la idea de quedarse, si ese es el lugar donde 
son felices. 
Esa gente recorre la vida sin reproches. No viven a costa de otros. 
Los envidiosos
se revuelven cada vez que los miran. No soportan su coherencia, 
ni la sonrisa en sus fotos.


Teo
9 agosto  2015 



Foto: 
Muchedumbre by Ambika Singh
http://500px.com/photo/44056970