sábado, 26 de agosto de 2017

#versosescritos

No pienso en la primavera

como no pienso en el barro

que forma la lluvia en aquel descampado lejano.


Para tener mil cuadros de tu rostro

y no tenerte.


Para beber el agua bendita de tus manos 

y saciar este agujero de lamentos.


Quiero pensar en los veranos 

de mi infancia,

en aquellas largas siestas

que se eternizaban y se convertían 

en cometas nocturnas.


Cuando los perros me daban miedo

y sin embargo me atraían…Y quería uno…

Y llamarlo por su nombre y que me entendiera.


Para sentir que me comprende todo 

el que me escucha.


Para saber que mi soledad me lleva 

a reunirme con todos, sin excepción.


Son bastantes los días que cuadran

para una cita. Todos los que están en verde

y algún rojo también. No hay excusas.


No pongamos más excusas.






Teo Melero 

26 agosto 2017

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