lunes, 28 de septiembre de 2015






Si eres mujer,

que te gusten las mujeres,
no es ser lesbiana.

Existen mujeres que raro
sería si no te gustaran.
Más guapas o menos,
con un brillo en su ojos,
dignas de admirar.

Amar a las mujeres,
no es ser lesbiana.

La amistad, los besos
a tus iguales
cuando te alegras
de verlas, el lazo
invisible del amor fraternal
y todo el afecto que cabe
en una vida compartida.

Y si una mujer, siendo tú mujer,
roza tu alma y notas
un aire diferente en tu cara, 
y tus ojos empiezan a fijarse
en la boca y en los labios, 
sobre todo en esos labios
que podrían besarte y
a los que tú podrías besar,
si quisiéramos, si las dos estuviéramos
dispuestas a amar. 
Mujeres amándose 
bajo las sábanas o encima.
Enredándose sus manos.
Acariciándose.

Eso puede inequívocamente
llevarte a pensar que eres lesbiana.
Pero, ¿antes no lo eras?

Ser lesbiana no se nace, te haces.
Te haces a ti misma la pregunta
del millón. Si soy o no soy. Que en 
realidad es más
por contestar cuando te lo preguntan.

Yo soy lesbiana
por tener ya la repuesta preparada.
También por convicción.
No lo soy porque me gusten las mujeres, 
ni por amarlas. 
Lo soy porque he decidido serlo.
He querido ser lesbiana como quien 
decide ser fan de Bowie,

cosas del amor.




Teo
28 Septiembre 2015


















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