miércoles, 17 de septiembre de 2014

Sin contratiempo








Sentir el paso de una estación a otra.
Notar cómo se respira diferente
según el mes.
Y ver cómo cambian los colores
en el cielo, en el mar...
Otra luz en tus ojos 
filtrándose.

No querer nada más que esa cadencia
lenta que te prepara
y no te asusta
porque te avisa un día tras otro
de la transformación.

Cuando quieres darte cuenta
ya ha venido la noche más larga,
el amanecer más corto, 
los grados que bajan,
el aire húmedo,
y el ánimo dócil
dispuesto a respirarlo.
Sabiendo que es bueno.
Bueno lo que viene,
bueno lo que se ha ido.
No hay fallo.
No hay error.
Aquí todo pasa
sin el más mínimo contratiempo.


Teo
17 septiembre 2014

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