Quiero sexo contigo
y lo quiero ahora.
Te lo dije convencida
de que era un deseo fácil de cumplir.
Te desarmé
planteándotelo tan directamente.
Apenas te dio tiempo
a reaccionar...
Sin palabras,
alargué la mano
y te atraje hacia mí.
Nunca antes
lo había hecho así.
Tus pupilas dilatadas
me indicaron que era posible...,
que tu asombro,
que mi osadía era el ingrediente
perfecto
para el placer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario